La palabra de moda actual de la industria cosmética es cáñamo, ¡y también por una buena causa! Aparte de su destacada eficacia para la piel y el cabello, no te ofrece un «subidón» de ningún tipo. Si eres un fanático del cuidado de la piel, probablemente hayas probado todos los tipos de aceites esenciales y faciales que existen, desde el marroquí hasta el de nuez. Ahora es el momento de probar el aceite de cáñamo.
Para aquellos que no están familiarizados, el aceite de cáñamo es un término que se usa para referirse a todos los aceites hechos de cáñamo y no debe confundirse con el aceite de semilla de cáñamo. Las semillas de la planta de cáñamo se utilizan para hacer aceite de semilla de cáñamo. Es una planta de cannabis, pero es popular para otros usos además de las drogas. Según el dermatólogo Dr. Ankur Sarin de Delhi, «no contiene tetrahidrocannabinol (THC) y no es psicoactivo, por lo que no se puede abusar».
Entonces, ¿qué tiene este aceite que lo ha hecho tan popular en la industria del cuidado de la piel? Según el Dr. Sarin, se dice que el aceite de semilla de cáñamo es un humectante no comedogénico (no obstruye los poros) con características antiinflamatorias que pueden ayudar con trastornos de la piel como el acné, la rosácea y la psoriasis.
Beneficios del aceite de semilla de cáñamo
Bloquea la humedad: según el Dr. Sarin, el aceite de semilla de cáñamo complementa Omega 3 y 6 para personas con piel seca y suaviza y suple la piel. La barrera de la piel se fortalece como resultado de ello también.
Antiinflamatorio: Puede calmar la piel irritada porque tiene cualidades antiinflamatorias.
Atrae la humedad: el aceite de semilla de cáñamo es un humectante, lo que significa que atrae la humedad a la piel.
¿Cómo usar el aceite de semilla de cáñamo?
Dr. Sarin aconseja usarlo en el invierno. Aplique cuatro cucharadas de aceite de cáñamo a una taza de aceite de oliva treinta minutos antes de bañarse, o use aceite de coco en el verano.